¿Cuál es la razón por la que no debemos  secar los platos con un trapo? En poco más de 2cm3 de un paño se pueden encontrar millones de bacterias y con los estropajos puede ser aún peor. ¡Más de 10.000.000 de hasta 362 especies diferentes! Máxima desinfección para una inmejorable higiene alimentaria con G2 Green.

Trapos y limpieza G2 Green

Limpiarse las manos, lavar una fruta o una verdura, pasarla por la encimera, quitar una mancha de tomate, sacar una bandeja del horno y también para secar los platos. Lo malo de los trapos de cocina es que se usan para todo y casi siempre se usa el mismo. Se lavan y desinfectan con poca frecuencia, suelen están húmedos en todo momento y así se convierten en el lugar perfecto para que gérmenes y bacterias corran a sus anchas.

Por eso, es el lugar más contaminado de la cocina junto a estropajos y tablas de cortar. Más incluso que el cubo de la basura y nunca deberían entrar en contacto con otros elementos ya limpios y desinfectados. Tampoco cuando haya prisa o sea necesario utilizar el menaje. En la cocina las prisas son malas consejeras y en su limpieza también.

El 56% de los trapos analizados por la Agencia de Protección Sanitaria británica (HPA) en más de 120 restaurantes y cocinas colectivas contienen niveles inaceptables de bacterias como e.coli, staphylococcus aureus y listeria.

Por qué no debemos secar los platos con un trapo

Los riesgos de no secar los platos adecuadamente y el motivo por el que no  hay que hacerlo con un trapo

La razón detrás de esto no es tan simple como su solución en la cocina. Las superficies sucias que entran en contacto con los alimentos pueden causar ciertas enfermedades a través de gérmenes y bacterias presentes en los mismos como resultado de la contaminación cruzada. Por lo tanto, deben mantenerse y desinfectarse adecuadamente y con mucha frecuencia. Además, todos los establecimientos de hostelería y restauración tienen la obligación de mantener estrictas normas de seguridad alimentaria que incluyen el saneamiento adecuado tanto de los alimentos como del menaje que se utiliza. Una de las partes más importante de este proceso es secar correctamente los utensilios y todas las superficies para garantizar que el proceso sea completo y efectivo.

Y el papel de cocina tampoco es la solución…

Imprescindible en todas las casas y hay quien piensa que su inventor debería haber recibido por lo menos el premio Nobel o algo así. De hecho, se llama papel de cocina, pero sirve un poco para todo. Para absorber el aceite sobrante de las frituras, a modo de servilleta o como si se tratase de un pañuelo, para secar las manos y la encimera o, incluso, para conservar mejor las bolsas de lechuga y otros vegetales en el frigorífico. Vale un poco para todo dentro y fuera de la cocina. Es caer algún líquido sobre la mesa o el suelo y salir todos corriendo a por el rollo de papel.

Aunque el papel no es peligroso para la salud, si se va a utilizar con alimentos, hay que prestar atención al etiquetado. Así, si entre los símbolos aparece una copa y un tenedor se puede utilizar con total tranquilidad en la cocina.

Sin embargo, su uso no está tan recomendado para otras habituales tareas como la limpieza de pantallas, espejos y ventanas. Pueden rayar las superficies y, sobre todo, dejar fibras y otros molestos restos de celulosa. Lo mismo pasa con los platos y las tablas de cortar. No elimina por completo los residuos ni tampoco las bacterias. Además, secar por completo una vajilla con este sería un gran despilfarro de recursos y dinero. Y es que la solución más sencilla es a menudo la que suele pasar desapercibida. Estos son los métodos más higiénicos y recomendables.

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Métodos para secar los platos (ordenados del peor al mejor)

Así, antes de decidir y guardarlos en la alacena lo primero que hay que saber es que el secado es una fase más del propio proceso de limpieza y desinfección. Tan importante o más que el propio lavado y el posterior aclarado y que de nada sirve utilizar los mejores productos o los lavavajillas más modernos si luego se van a volver a contaminar con gérmenes y bacterias durante la última de las fases. Tampoco almacenarlos mojados que puede hacer proliferar ciertos tipos de hongos:

  • Paños, toallas y trapos: Sin duda, la peor de todas las opciones disponible. También la menos recomendable e higiénica. Probablemente, junto al estropajo, el elemento más contaminado de la cocina. La última técnica que se debería poner en marcha y, aun así, si no queda más remedio que usar trapos se debería tener uno exclusivamente para esta tarea y lavarlo con la mayor frecuencia posible. Ante la duda, mejor uno nuevo.
  • Papel de cocina: al tratarse de elementos de un solo uso tanto la propagación como la proliferación de bacterias se reduce respecto a los de tela reutilizables, pero tienen otro inconveniente. Utilizarlos para secar todos los platos sería un hábito derrochador y eso sin pensar en la gran cantidad de residuos que se genera. Tampoco es lo mejor.
  • Al aire libre: Sí, como se lleva haciendo de toda la vida y no hay más que echar un vistazo al armario de encima del fregadero para darse cuenta del motivo por que tiene rejillas en vez de baldas y está hueco por debajo. La forma más natural de hacerlo y además la más económica, pero requiere de un espacio extra del que no siempre se dispone.
  • En el lavavajillas. Tanto si cuenta con función de secado como si no, es lo mejor. Este ciclo disponible en los modelos da lavaplatos profesionales y en los domésticos alcanza más altas temperaturas que ayudan a eliminar cualquier tipo de germen y bacterias. Y si no lo tienen solo hay que terminar a que acabe el lavado para abrir la puerta y dejar que se sequen como en el método anterior, pero sin los problemas de espacios.

Productos que ayudan a un secado más eficaz de las vajillas

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Y todavía puede ser más sencillo si se utilizan productos adecuados y eficaces como la gama de limpieza de vajillas de G2 Green. En la fórmula de la rentabilidad para el lavado de menaje siempre se tienen muy en cuenta aspectos como temperatura, duración o presión del agua y algo menos en la calidad de los detergentes y abrillantadores utilizados. Por cierto, estos últimos son sin duda los grandes olvidados del lavado de platos, vasos y cubiertos y es más importante de lo que se piensa. Es de esos elementos que todo el mundo sabe que existen, pero poco conocen su utilidad.

  • Aumenta el poder de lavado.
  • Vajillas siempre relucientes y brillantes.
  • Facilita el secado de todo el menaje
  • Elimina las manchas de detergente o las marcas de agua.

Potencia la eficacia del lavado, evita que vasos, cubiertos y vajillas salgan con manchas de agua o de detergente. Al igual que la sal, que en su caso combate los problemas derivados de la cal en las zonas de agua dura, es un producto a menudo infravalorado. Presume de piezas impecables con G2 Abrillantador Vajillas Antiespumante o G2 Makbrill 2 en 1, para quienes suelan olvidarse de ponerlo. De su presencia en el compartimento correspondiente depende en gran medida que todas ellas luzcan más tiempo como el primer día.

Y recuerda, para tu hogar o tu negocio,  ¡Think big, clean green!