Tirar el alimento que ha caído al suelo o no hacerlo. La ley de los 5 segundos dice que se puede aprovechar mientras no pase más de ese tiempo en contacto con la superficie, pero no es cierto. Aunque haya que desecharlos lo mejor es minimizar la presencia de gérmenes y bacterias con la gama de biocidas con norma HA (Higiene Alinentaria) de G2 Green.

Hasta la Ley de Murphy lo dice. Todo el mundo lo sabe… Si algo puede salir mal, saldrá mal o lo que es lo mismoLa probabilidad de que una rebanada de pan untada caiga del lado de la mantequilla hacia abajo, es proporcional al precio de la alfombra. Divertido, mucha gente se podrá sentir identificada con la situación, pero tal afirmación no tiene ninguna base científica. Por eso, lo primero que hay que saber es que el tal Murphy no tiene nada que ver con la ley de la gravedad ni nada parecido. De hecho, de lo que trata es de emularla, pero con una diferencia. Más que respuestas concretas lo que busca es provocar carcajadas.

Caiga o no del lado de la mantequilla, un informe publicado en 2006 en la revista Applied and Environmental Microbiology confirmó que un solo milisegundo sobre una superficie contaminada con E. coli es suficiente para que se transfiera a la tostada.

En realidad, estadísticamente la probabilidad debería de ser del 50%. Muchos más serios son los estudios que tratan de contradecirla. Sin ir más lejos el de Matthews que le valió un Ig Nobel, premio para aquellas investigaciones que primero hacen reír y luego hacen pensar. Así, demostró que no era cuestión de suerte si no que era consecuencia de un solo factor, la altura de la mesa. Ni siquiera influye la cantidad de mantequilla o el peso. Normalmente de lo 90 centímetros que la separan. Distancia y tiempo en que no es posible que dé un giro de 360º y puesto que antes de caer siempre está apoyada por el lado untado… Ahí está la demostración.

Bacterias y la regla de los 5 segundos

Gracioso, pero completamente falso. Sin embargo, lo que nadie dice en todas estas teorías es qué hacer con la tostada una vez que se recoge del suelo. Es decir, si se puede comer o si, por el contrario, hay que desecharla inmediatamente. Así, la cosa se pone interesante porque aquí es donde entra en juego otra curiosa famosa regla, la de los 5 segundos. Probablemente uno de los mitos más extendidos sobre la limpieza. La firme creencia popular que sugiere que si un alimento u objeto cae al suelo, se puede recoger en un plazo de 5 segundos y aun así sigue siendo seguro para ser utilizado o ingerido si se trata de comida. Pasa lo mismo porque tampoco es cierto y para entenderlo hay que tener en cuenta tres variables: tiempo, clase de alimento y tipo de suelo.

Hay más porque otra investigación de la Universidad de Aston en Reino Unido demostró que los alimentos que se dejaron en el suelo durante 5 segundos recogieron hasta 10 veces más bacterias que aquellos que se dejaron en el suelo durante solo 1 segundo.

  1. Tiempo: Una vez más es oro. Cuánto antes mejor y, sin embargo, muy rápido puede no ser lo suficientemente veloz. Tan solo un milisegundo basta y eso sin contar con lo más probable y es que la encimera sobre la que reposaba esté también contaminada. Los gérmenes pueden sobrevivir en cualquier superficie largo tiempo. Así, la comida recogerá más bacterias cuanto mayor sea el tiempo de exposición. 5 segundos puede ser demasiado.
  2. Clase de alimento: También se puede asegurar que los científicos han probado con todo. Sandía, pan, la tostada de Murphy, mortadela, gominolas y la ganadora fue… ¡la fruta! Mayor cantidad de bacterias en menos tiempo. Por eso, hay quien piensa que la comida más plana y húmeda es la que más se contamina. No es del todo cierto, porque otras investigaciones plantean la hipótesis de que la clave esté en la superficie. Eso sí, tanto la del alimento como sobre la que caiga.
  3. Tipo de suelo: madera, baldosas y alfombras no solo albergan gérmenes, sino que pueden transferirse rápidamente por contacto. De este modo, sin duda, se puede concluir que más allá del tiempo o alimento, la clave está en el suelo, pero no en el tipo de superficie, si no en la cantidad de gérmenes que tenga. En este sentido es importante insistir en que un suelo en apariencia limpio no tiene por qué estar desinfectado.

Así, otro estudio realizado por investigadores de la Universidad de Rutgers en los Estados Unidos encontró que las superficies duras, como las baldosas y el acero inoxidable, pueden transportar más bacterias y gérmenes que las suaves como las alfombras.

Otros falsos mitos sobre gérmenes y bacterias

Al final, puede ser peligroso y lo peor es que no es el único mito que relaciona la limpieza con gérmenes y bacterias como, la lejía es lo mejor para todo, cuando en realidad no es apto para determinadas superficies, aunque no hay duda de que es un potente desinfectante. Lo mismo se dice del agua caliente. Muy efectiva, pero al cuero o a la madera, por ejemplo, no les sienta tan bien. Luego está lo de los estropajos o que lo ideal es secar los platos con un paño. Todos falsos. Cloro, alcohol, vinagre… cada uno tiene su aplicación y ninguno debería ser el comodín de la limpieza. Por este motivo, y para eliminar todo tipo de bacterias y minimizar su impacto, caiga como caiga la tostada, G2 Green ha desarrollado una completa gama de biocidas (con norma HA) y productos profesionales para el tratamiento de suelos.

Máxima seguridad al mejor precio, ¡Think big, clean green!