Los pijamas deben cambiarse cada dos días; las sábanas, al menos, lavarse una vez a la semana, las almohadas, aunque parezca increíble, cada tres meses; y mantas y edredones como mínimo dos veces al año. Sin embargo, la clave para eliminar ácaros y gérmenes está en usar productos profesionales eficaces como la gama G2 Green para lavanderías.

¡Felices sueños! Muchos son los niños que piensan que hay un monstruo bajo su cama, pero si supieran lo que se esconden entre las sábanas, edredones, mantas y almohadas con las que se tapan para protegerse no dormirían jamás. Hablar de pesadillas sería poco. De auténtica película de terror… Durante un año sin lavar una colcha se pueden acumular hasta 20.000 ácaros y en los colchones es aún peor. Hasta 2 millones. Es decir, el equivalente a la población de Zaragoza, Sevilla y Valencia juntas, aunque no se vean ni se noten. Eso sí, pueden dejarse sentir en la salud con síntomas leves, pero que pueden servir de señal de alerta… Ojos irritados, asma, aparición de acné y otras erupciones cutáneas o escabiosis, entre otras. No acaba ahí la cosa porque entre sus alimentos favoritos se encuentran los cabellos y restos de piel de personas y mascotas.

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Mejor dormir solo que mal acompañado: ácaros, bacterias y otros microorganismos

Las camas son su particular paraíso porque cada noche al dormir el cuerpo humano descama más de 500 millones de células. Además, hay que tener en cuenta que son capaces de producir 200 veces su peso en excrementos y que se multiplican muy rápidamente. Cada ácaro hembra puede poner 300 huevos en apenas unos meses y alcanzan la edad de reproducción a los 15 días de vida. Las colonias crecen constantemente, pero no es solo cosa de estos diminutos arácnidos que apenas llegan a los 0,5mm. Piel, cabello, … en la ropa de cama se pueden acumular otros restos orgánicos como sudor. Durante 8 horas de sueño se pueden llegar a segregar hasta 100ml. Perfecto para otros pequeños insectos y eso sin contar con otros gérmenes que acaban allí por casualidad tras usar trapos de cocina y toallas de baño. ¡Difícil dormir tranquilo!

La gama de productos profesionales G2 Green para lavanderías elimina la suciedad de la ropa, aportando limpieza e higiene; protege los tejidos y mantiene los colores y la blancura; rentabiliza los procesos de lavado; a la vez que protege y cuida el medioambiente.

¿Cada cuánto tiempo se debe lavar la ropa de cama?

Y luego está el tema de si ducharse justo antes de meterse en la cama o si hacerlo al despertarse ya por la mañana… De ahí, la importancia de la limpieza de edredones, almohadas, mantas y sábanas. Imposible eliminarlos por completo, pero sí que es posible reducir sustancialmente su proliferación. No hay duda, como en la cama de uno, en ninguna, pero aquí es cuando surge otro debate. ¿Cada cuánto y cómo se debe lavar toda la ropa de cama? Lo del colchón es otra historia.

  • Sábanas: Sin duda, la parte más sencilla porque se puede hacer en casa. Lo normal, y lo más recomendable, es hacerlo una vez a la semana, aunque haya familias cada dos o más. Lo bueno es que se puede hacer en la lavadora y si es posible con agua caliente. El problema es que el gasto energético se dispara. Eso sí, siempre se deben dejar secar al aire libre. Todos estos microorganismos son como los vampiros, odian la luz del sol.
  • Almohadas: Las grandes olvidadas de la ropa y accesorios de cama, pero fundamental por estar en contacto con las vías respiratorias. No se suelen limpiar nunca y al cabo de dos años sin hacerlo el 10% de su peso corresponde a ácaros muertos, bacterias, restos de piel y hasta 16 especies de hongos. Por este motivo, es recomendable hacerlo cada tres meses y, sobre todo, secarlas muy bien para evitar la aparición de moho. Eso sí, las de plumas deben ir directamente a la tintorería.
  • Mantas y edredones: ¿A que nadie dormiría durante todo el año con el mismo pijama? Por cierto, debería meterse a la lavadora tres veces a la semana. Exactamente igual que se haría con cualquier otra prenda de vestir. Con los edredones, y más si llevan funda al menos, cada 6 meses. Mayor frecuencia con mantas y más si son de pelo largo. Además, lo más recomendable, salvo que se guarden en bolsas herméticas, es hacerlo justo antes de utilizarlas. Mejor en octubre que en junio. Sin embargo, es la parte complicada.

Lo que nunca se debe hacer para limpiar mantas y edredones

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Eso sí, si se trata de lavarlos en casa la cosa puede acabar en pesadilla. Si no entra, no entra… Por muchas vueltas que se le dé al tambor de la lavadora suele ser más pequeño. No hay manera por mucho que se empuje y todo el mundo lo ha intentado en más de una ocasión. Meterlo a presión no solo no funciona, sino que, también, puede terminar estropeando la máquina. La avería más frecuente es que por la fuerza se deforme el tambor o, peor aún, que se descuelgue el eje por el peso. Eso es algo que al final se suele traducir en comprar una nueva. Así, sale cara la limpieza. Además, aunque se consiga meter dentro, el resultado no suele ser el esperado. Para que funcione y limpie correctamente debe quedar espacio libre en la lavadora.

A lo largo de un año, sin lavarlo, en un edredón pueden proliferar hasta 20.000 ácaros responsables de ciertas patologías respiratorias como el asma o ciertas erupciones cutáneas. En los colchones el número se multiplica por 100 y con las almohadas puede ser aún peor.

Y, luego, ya están los que lo han intentado muchas veces y optan por hacerlo en la bañera. Eso si que tiene sus riesgos. El primero para sacarlo. Pesa demasiado y el reguero de agua que se deja hasta el tendedero puede ser importante. También está el problema del escurrido y del secado. Demasiado complicado. Tanto como la infinidad de trucos que se pueden encontrar por ahí para lavarlo. El del agua caliente; meterlo en la secadora para que el calor elimine ácaros y gérmenes, o el del bicarbonato, vinagre blanco y el zumo de limón para blanquearlo. ¡Si apenas cabía en el interior como para encima introducir ahora las famosas pelotas de tenis! Hay muchos más, pero ninguno realmente funciona si lo que se busca es la máxima higiene y desinfección. Por eso, el único consejo definitivo es siempre llevarlo a un centro de limpieza profesional.

Mejores productos para limpieza profesional de mantas y edredones: G2 Green

Allí se acaban todos estos problemas en menos de lo que tarda cualquier persona en cerrar los ojos. Además, con una ventaja adicional… Tintorerías y centros profesionales de lavado realizan siempre todas las tareas de limpieza con los productos más adecuados para cada tipo de tejido y composición como la completa gama para lavandería de G2 Green. Máxima eficacia, al mejor coste y con el mínimo impacto ambiental. Detergentes (gel y polvo), suavizantes, blanqueadores, aditivos y potenciadores, lejías… altamente concentrados en principios activos para obtener los mejores resultados y cumpliendo cuatro objetivos: eliminar la suciedad de la ropa, aportando limpieza e higiene; proteger los tejidos y mantener los colores y blancura; rentabilizar los procesos de lavado; además de, colaborar con el medioambiente. A partir de ahora ya no hará falta contar ovejitas ni cantar nanas.

Ahora sí, ¡Felices sueños con G2 Green!

 

 

Y recuerda, ¡Think big, clean green!